Noviembre… Poquito a poco se avecina el invierno, se va instalando el frío… ¡Ay el calorcillo de la Costa Blanca! Sus playas interminables de arena fina… Y la montaña, ¡tan cerquita! ¿Y qué me dices de sus calas, de sus pueblos pesqueros donde hacen la mejor paella del mundo? ¿Y su gente? Sencilla, acogedora… Bueno… ¡un lugar idóneo para vivir, irte de vacaciones o de fin de semana! De hecho, si tan bien hablo de este pequeño paraíso es porque el verano pasado, gracias a la excelente agencia inmobiliaria Romer Playa, ubicada en Denia, ése fue –¡precisamente!– nuestro lugar de destino para unas vacaciones inolvidables.
Nos hablaron de la agencia inmobiliaria Romer Playa, una pareja de amigos de Cuenca quien tiene a uno de sus hijos trabajando en Denia. El chico había encontrado un piso de segunda mano de lo más agradable y a un precio inmejorable gracias a esa agencia inmobiliaria especializada en la gestión y venta de apartamentos en la playa. “¿Podríamos irnos las dos parejas juntas este mes de agosto y alquilar un bungalow o un chalet?”, nos soltó a bocajarro nuestro amigo Pepe. Nos pareció una idea estupenda, con lo cual, ni cortos ni perezosos llamamos a la agencia en cuestión para obtener información acerca de las características de los alquileres veraniegos.
La profesionalidad, transparencia y confianza con las que contestaron a cada una de nuestras preguntas, ofreciéndonos lo que mejor se adaptaba a nuestras necesidades acabó convenciéndonos de que habíamos elegido la mejor agencia y el mejor destino para nuestras vacaciones de verano. ¡Y así fue! Gracias a un buscador de lo más completo, con una página web sumamente atractiva, pudimos acceder a una cantidad impresionante de inmuebles de segunda mano, obras nuevas, de compra, de alquiler, para largas, cortas o vacacionales estancias y para todos los bolsillos, lo cual nos permitió encontrar fácilmente lo que buscábamos: un chalet para seis personas, en primera línea, con terraza, jardín y piscina privada, amueblado con un gusto exquisito ¡y a un precio de infarto!
La verdad, es que fue un total acierto. La Costa Blanca por su clima, historia, gastronomía e instalaciones es un lugar perfecto tanto para veranear como para vivir. ¡Nos encantó! Pudimos disfrutar al aire libre de cada uno de sus encantos: playas de aguas azules y tranquilas con un número impresionante de banderas azules (de hecho, con el hijo de nuestros amigos fuimos a bañarnos en las diez mejores playas de la Costa Blanca), pueblos de ensueño, pequeñas y típicas tascas en las que nos sirvieron unos arroces, mariscos, salazones, fideuás de rechupete acompañados de unos vinos blancos dulces y de unos tintos de Gran Reserva que con tan sólo recordarlos se me llena la boca de agua…
También, pudimos practicar cantidad de deportes náuticos y acuáticos como la natación, el remo, el piragüismo, la vela y el surf, así como deportes y actividades terrestres como el golf (¡que por cierto se me dio fatal! Pero por probar…), la equitación y el senderismo. Bueno, hicimos tantas cosas y disfrutamos de tantas cosas en tan poquito tiempo (apenas quince días) que estoy deseando volver a la Costa Blanca en cuento pueda –¡incluso un fin de semana prolongado o durante estas navidades!– para disfrutar de la bonanza de su clima (¡veinte grados de media anual!), delicias de su tierra, gentileza y amabilidad de su gente cuyos embajadores están perfectamente representados sin lugar a duda en los empleados de la agencia inmobiliaria Romer Playa, ubicada en Denia!
¡Y que conste que no he recibido ningún incentivo, descuento o ventaja de cualquier tipo para opinar! Porque como manchega que soy, y al igual que el ilustre don Quijote, soy de corazón noble y auténtico y lo que siento lo digo. ¡Con mucha honra! Ea…