Aunque suena a afirmación falsa, y más para aquellos de la Península que ahora están viviendo las inclemencias de un tiempo loco este invierno, vivir en Canarias no son todo ventajas. Que sí, que tienen un clima que, como dicen por ahí, crea afición. Que está claro que su variada gastronomía y sus playas atraen a cualquiera. Pero esa costa da también muchos problemas a los habitantes de las islas, principalmente por el salitre, aunque hoy os daremos una solución profesional para combatirlo y evitar el daño de algunos materiales con máquinas profesionales de limpieza por ultrasonidos como las que propone Tierratech.
Este es un problema que se asocia normalmente a la humedad, y que podemos verlo frecuentemente en muchas casas, cuya pintura comienza a descascarillarse y, si no lo tratamos con celeridad, es posible ver daños mucho más profundos que afectan incluso a la estructura de las construcciones.
Y no solo eso, lo que podemos ver como un problema del edificio lo es también para la salud. Normalmente, la aparición de casos de humedades y salitre en las casas está relacionada también con la instalación de mohos y microorganismos que pueden dañar nuestra salud, y esto sí que no deberíamos descuidarlo, ni la nuestra ni la de nuestros seres queridos. Congestión de las fosas nasales, tos seca, dificultades para respirar, infecciones de garganta, irritación de los ojos y piel, o infecciones del aparato respiratorio superior son algunos de los síntomas que podemos notar si estamos sufriendo este problema en nuestro hogar. Lo mejor para solucionar esto es contactar con un profesional del sector, ya que es posible que las humedades tengan diferentes orígenes, y si tratamos nosotros de dar un capa de imprimación a nuestras paredes y esa no es la respuesta adecuada porque el problema viene de otro lado, lo único que haremos será gastar dinero y tapar el asunto temporalmente, no arreglarlo.
Pero además de lo que ocurre con las casas, el salitre, o la sal como también se le conoce comúnmente en los pueblos costeros, provoca daños en los coches. Estas sales alcalinas pueden llevar a una acelerada oxidación de las piezas de nuestros vehículos, reduciendo así su vida útil y conllevando un grave peligro para los ocupantes del mismo. Y no tiene por qué ser en la costa donde veamos esto, sino también en los pueblos donde frecuentemente tienen lugar nevadas. Muchos son los habitantes que reclaman ya soluciones a sus gobiernos para que eviten echar la barata sal en las calles y opten por vías alternativas que dañen menos los vehículos y las calzadas. No obstante, esto tardará en llegar, ya que los compuestos que podrían servir para esto suponen un mayor gasto que el esparcir la sal. De momento, lo mejor que podemos hacer en este sentido es tratar de guardas nuestros vehículos en espacios cerrados como garajes en lugar de dejarlos en la calle a la intemperie o simplemente resguardados por toldos o techos de uralita.
Los objetos son también una parte muy perjudicada en este sentido por las humedades y el salitre. Lo vemos por ejemplo en los palos de golf. En Canarias el clima favorece la práctica de este deporte y proliferan ya los campos donde jugar a este deporte. Pero es cierto que los materiales no se mantienen en un correcto estado durante el tiempo que nos gustaría, y no son precisamente baratos. Pues bien, para evitar que se oxiden los palos por mor del salitre, así como otros objetos aparatos cuyo estado nos importe, podemos tirar de la tecnología de limpieza por ultrasonidos que nos propone Tierratech. En esta compañía han desarrollado un sistema para aplicar a la limpieza industrial. Estas máquinas se basan en el principio de ondas de alta frecuencia producidas en el líquido en el que las piezas se sumergen. La naturaleza de la energía ultrasónica proporciona el empuje físico requerido para romper los enlaces mecánicos e iónicos que establecen las partículas muy pequeñas alojadas en la superficie. Debido a la frecuencia de trabajo y la densidad del líquido, se forman continuas depresiones y sobrepresiones que aparecen y desaparecen en cuestión de microsegundos en el líquido, haciendo implosionar la molécula de agua, aproximadamente 40.000 veces por segundo, produciendo un microcepillado que actúa alrededor de cualquier elemento que se introduzca. Así se consigue una limpieza eficaz en los puntos de más difícil acceso y además son un método rápido y sencillo de poner a punto cualquier superficie.