Las Islas Canarias, como todo el mundo sabe, es el lugar paradisíaco de España por excelencia. Su sol, su clima templado durante todo el año, la hospitalidad de sus gentes y sus espectaculares paisajes hacen que el archipiélago goce de una demanda turística tremendamente importante. Una demanda que, por otra parte, constituye un pilar fundamental en la economía de la zona.
Son cada vez más quienes saben sacar provecho de un clima subtropical como el que tenemos en las Islas Canarias. La fuerte presencia solar de la que se disfruta en la zona abre muchas posibilidades para la inversión…pero también para el ahorro. Porque, sin lugar a dudas, el archipiélago se constituye como un lugar muy propicio para apostar por una energía renovable como es la solar.
De esto nos dimos cuenta hace algún tiempo mi socio y yo. Hace algunos años decidimos abrir un hotel de tres estrellas en pleno Puerto de la Cruz, en la isla de Tenerife. El turismo, como todo el mundo sabe, nunca defrauda en el municipio como el nuestro y por eso no nos ha ido mal con este negocio. Sin embargo, y a pesar de que obteníamos rentabilidad de nuestro negocio, llegamos a la conclusión de que podríamos abaratar algunos costes, sobre todo en materia lumínica.
Fue entonces cuando nos hicimos la siguiente pregunta: “¿y si instaláramos paneles solares en la azotea de nuestro hotel?”. Creíamos que, aunque habría que invertir dinero en ello, saldríamos reforzados con el abaratamiento de los costes a medio y largo plazo. Era una oportunidad que estábamos valorando y que, al final, terminamos por implantar.
Sin embargo, había que hacer varias cosas. Lo más importante de todo era construir las estructuras necesarias para las placas solares, algo para lo cual tendríamos que llamar a una empresa especializada en montajes como este. Comenzamos a buscar y pronto descubrimos www.industriasduero.com/es/, que además de fabricar y montar elementos destinados a mejorar la seguridad vial, se encargaba también de crear las estructuras metálicas para todo tipo de energías renovables.
Llamamos y lees comentamos lo que queríamos hacer. Nos contaron que no éramos los primeros que habían pensado en un proyecto como aquel y que ya tenían, por tanto, experiencia en el campo de instalar las estructuras metálicas pertinentes para las placas solares. Preguntamos por el precio de su instalación. No nos pareció nada mal y calculamos que no tardaríamos demasiado en rentabilizar la inversión con el ahorro lumínico que supondría llevar a cabo la operación. Seguíamos adelante.
Una instalación rápida y… ¡a obtener resultados!
A los pocos días, los obreros estaban en la azotea de nuestro hotel encargándose de todo lo referente a la instalación de la estructura. Aunque no era una tarea fácil, lo consiguieron sin causar ninguna molestia a nuestros clientes y en un tiempo razonable. En pocas semanas teníamos todo listo para comenzar a ahorrarnos un buen dinero en consumo eléctrico.
Algún tiempo después de haber llevado a efecto nuestro plan, y habiendo hecho estudios acerca de la rentabilidad del proyecto, tenemos que decir que no nos arrepentimos ni un ápice de la decisión que tomamos. Es más, de haber quedado algo más de sitio en nuestra azotea hubiésemos instalado más paneles solares, porque hasta ahora nos han permitido rebajar la factura de la luz una auténtica barbaridad, mucho más de lo que hubiésemos pensado. Y es que, como decía, los paneles solares en las Islas Canarias son un negocio seguro, que además permite que nuestro medio ambiente y nuestro entorno sea mucho más saludable, más seguro y menos peligroso.
En definitiva, si antes nuestro hotel marchaba bien, ahora lo hace de mucha mejor manera. Nos sentimos bien, porque además con ello estamos proporcionando un beneficio para nuestra sociedad, algo por lo que hemos recibido menciones y premios por parte de numerosas Administraciones Públicas. Creo que somos un ejemplo a seguir. Y nada hubiese sido posible sin esas estructuras metálicas de calidad que encontramos gracias a www.industriasduero.com/es/.
