Hace 24 años que vivo en Las Islas Canarias y por nada en el mundo cambiaría mi lugar de residencia. Pues, estas islas son un auténtico paraíso de sol y playas de arena blanca y fina. Además, en estas tierras isleñas gozamos de una temperatura primaveral de lo más agradable a lo largo de todo el año. Poder comer o cenar fuera debido al buen tiempo casi los 365 días del año, ¡no es aquí cualquier sueño sino algo de lo más real! Por ello, al haberse deteriorado con el paso del tiempo el antiguo salón de jardín que tenía en mi terraza, encargué hace unos meses uno nuevo en la reconocida tienda de muebles online Dismobel, una empresa avalada por más de 50 años de experiencia en el sector del hábitat, distribución de muebles de las mejores marcas y fabricación de muebles a medida, que ofrece además un extenso catálogo con más de 10.000 artículos, tanto para el hogar como para la empresa.
Estoy francamente súper contento con mi nuevo salón que no sólo es bonito y funcional, sino también económico, ya que pude adquirirlo gracias a las increíbles rebajas propuestas en la web. ¡No hay nada mejor que poder disfrutar del buen tiempo al aire libre y en buena compañía!
Yo llegué aquí, tal y como lo he dicho más arriba, hace un poco más de dos décadas, un verano y casi de casualidad, pues estaba de viaje de fin de curso y me impactó tanto la belleza de estas islas y el carácter tan agradable y abierto de la gente de este archipiélago que decidí volver para buscar trabajo y al poco tiempo empecé a trabajar de recepcionista en un hotel restaurante de la zona. Me instalé definitivamente seis meses después en una de las siete islas que conforman dicho archipiélago. Concretamente en La Gomera, la segunda más pequeña de las islas que lo conforman. Está situada en la parte occidental al lado del océano Atlántico y pertenece a la provincia de Santa Cruz de Tenerife. En el centro de la isla se encuentra el Parque Nacional llamado Garajonay declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986. Por otra parte, cabe subrayar que el lenguaje silbado heredado de los aborígenes gomeros es, asimismo, Patrimonio de la Humanidad desde 2009. ¡Muchas cosas interesantes y buenas hay en las Islas Canarias aparte del buen clima canario!
Tesoros Canarios…
Cada una de las siete islas : Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote, Tenerife, La Palma, La Gomera y el El Hierro, así como los islotes: Alegranza, Graciosa, Montaña Clara, Roque del Este, Roque del Oeste y Lobos, son completamente diferentes los unos de los otros en lo que se refiere al paisaje y son unas verdaderas maravillas para los viajantes. Lo que sí es parecido a todas ellas es su clima primaveral cuya temperatura oscila entre los 18 y 24°C a lo largo del año. Este clima tan agradable se refleja, de hecho, en el buen carácter de sus habitantes, y no hablo sólo de los isleños, sino también de los extranjeros y forasteros que al igual que yo han elegido instalarse aquí de forma definitiva o durante varios meses o solamente en verano o de vacaciones. Esta mezcla cultural y étnica queda reflejada de hecho en la cocina canaria, la cual es una de las más variadas y cosmopolitas que se pueda encontrar en la península. Pues, no sólo las hay –obviamente– españolas sino también de inspiración latinoamericana o africana, así como autóctonas.
Debido a su clima privilegiado y a la riqueza y variedad de sus frutas y pescados, la cocina canaria es una de las más ricas, sanas y equilibradas de España. Entre sus recetas más conocidas se encuentran las celebérrimas papas arrugadas, que son en concreto unas patatas cocidas con piel en abundante agua salada, lo que tiene por efecto que se arruguen. Estas deliciosas patatas se suelen servir con mojo picón, una salsa picante a base de aceite, ajo, guindilla y pimentón. Una receta que a primera vista parece muy simple pero que necesita, no obstante, una gran dosis de maestría para conseguir prepararla de forma adecuada. También el plátano frito es otro de los platos sabrosos y reconocidos de las Islas Canarias. Bueno… ¡hay tantos que no podría hablar de todos ellos en un simple post! En fin, todo ello para deciros que disfrutar los casi 365 días del año de un clima primaveral sentado en una de las butacas del salón de jardín que compré en la tienda online Dismobel, no es ningún sueño inaccesible y estrafalario sino una pura y deliciosa realidad. Os lo repito… ¡Por nada en el mundo cambiaría de lugar de residencia!